8/3/10

Aun no está

Me esfuerzo por no centrar mi vida en ti, pero a ratos se hace inevitable, el silencio evoca tu presencia, evoca tu permanente estar en mi. Muchas cosas hacen que tu mano toque mis heridas y trate de abrirlas, pero esta vez yo soy más fuerte, esta vez no podrás. Sin embargo, estas presente, te siento, siento el dolor de tu presencia, que ya no es tan dolor. Es que es más bien, una presencia. No me interesa ser tu amigo, ni volver a acercarme a ti. No haces bien, tomas de la mano, tiras y tiras, hasta que estas, conmigo, en el fondo del pozo. El olor de tus manos huelen a dolor, y lo infunden en quien tocas, pero esta vez no tendrás esa oportunidad. Aun sensible como siempre, con la correcta premonición entre los brazos de un amigo, no permitiré que toques mi alma y te aproveches de mis debilidades. Aun cuando permanece patente el deseo de dejarte por completo, no tengo ese privilegio, para eso alguien te debe echar, y ese alguien, mi bella ausente, tal como dice, aun no está.