Se Enfrió

Hace seis meses que sabemos de ti, hace seis meses, todos los días te siento. Tal como todos los días antes de salir me despedí de ti y de quien te lleva dentro, mi mujer. Todo parecía ser normal, nada cambiaba, era un día como cualquier otro, hasta que tu madre me llamo, asustada. En encontré con ella, y cuando llegue todo volvió a la normalidad. Como todos los días, nos acostamos, desnudo, puse mi cabeza sobre el estomago de tu madre para sentirte. En un momento te sentí moverte, y luego no sentí más. Una extraña sensación recorrió mi cuerpo, mientras solo pensaba que te volvieras a mover. Estuve toda la noche, hablándote, besándote y pidiéndote que te movieras una vez más. Con el amanecer sentí un movimiento, una lagrima de tu madre, caer sobre mi cara y el estomago que se enfrió. Ya no estabas ahí, te habías ido, nos habías dejado.