Hijos de Puta

En la mañana me estaba preparando para ir al colegio, cuando mi papa oyó en la radio, al presidente, Salvador Allende, dar un discurso, que mi papa oía con gran atención, mientras por primera vez veía que sus ojos se llenaban de lagrimas, y solo dijo “hijos de puta”. Tenia 15 años, ese once de septiembre de 1973. Mi papa nos prohibió salir de la casa y asomarnos a la ventana. A lo lejos se oían los helicópteros y ráfagas de metralleta. Salí al patio sin que mi papa lo notara, estaba mi vecino en su patio también, y se nos ocurrió la peor idea del mundo. Salimos nuestras casas escondidos y caminamos por la desolada calle, mientras la adrenalina corría por nuestra sangre. De pronto me detuve, y tu seguiste caminado hasta llegar a una esquina, donde fuiste impactado por un balazo, caíste al suelo y quede como inmóvil, no podía creer que lo que estaba viendo fuera verdad. Reaccione, me acerque corriendo, te tome la cabeza, pero no reaccionabas, te hable desesperado, pero no contestaba, te abrí los ojos con las manos ensangrentadas y en ese momento descubrí que lo que tenia en mis manos era solo en tu cuerpo, tu ya no estaba ahí. Se me llenaron los ojos de lágrimas y solo grite, en medio de la calle “¡¡¡¡hijos de puta!!!!!”.