Es que quizás nunca partió,
Es posible que el lienzo nunca estuvo blanco,
Es posible que la tela nunca fue virgen,
Es que quizás nunca lo quiso
Soy de los que piensa que el lienzo habla por si mismo.
Aun en blanco,
Mejor dicho intacto.
El intacto es improbable.
El croma se despliega en la tela,
Muestra, demuestra, erra.
Y quizás no debí haber pintado todo
No debí pintar muchas cosas,
Así como pinté mucho de lo que no esperaba,
Trazos enérgicos marcan el disparo
Casi rompiendo la tela,
Trazos acostumbrados para mí,
Que con un sonido azules se acercaban más al negro
Casi mate el color,
Casi lo perpetué
No es negro
Si definirlo fuera al caso,
El color es tanto,
Que el negro está más cerca de lo que creo,
Con unas ganas nuevas,
De el lienzo modificar partí,
Mas esta vez, parte activa de el seria,
Y con inconfundible color enérgico,
Partí ese primer trazo,
Distinto, nuevo, distinto,
Era el mismo pero no,
El lienzo estaba cambiando,
El mismo fondo,
Nada cambia,
Todo cambia.
Enfrentado a uno de los mejores que había visto,
Se me mezclaron demasiados cromas,
Y la exposición me forzó,
O me forcé,
Pero trate de insertar un rojo desconocido,
Para mí al menos,
Los otros lo iban poniendo,
Pero en mi paleta no estaba.
Y en la esperanza de,
Agregarlo yo poder,
Mezcle colores, en la esperanza
De llegar a ese color prístino.
Ese color no estaba conmigo,
Agregarlo quería,
Pero estaba más ausente,
Más ausente que mi alma,
Que mi alma presente en esos tonos.
Esos tonos, esos colores,
Que de aves, que de silencio, que de dos hablaban.
Mi alma ausente de nosotros dos,
Y rompí la tela,
En realidad solo la corte,
Solo algunas fibras,
Que desbordaron ese color agua salado,
Que marco la tela,
La dejo de un color suave
Pero fuertemente rugoso a ratos.
El color agua salado, es amargo,
Es vacio, es doloroso, es estridentemente,
Es torrentoso.
Más no pareció sorprenderme.
Es un color que tenía integrado,
Otros parecieron encontrarlo,
Malo, feo.
Pero el agua salada no buscaba más que,
Ese rojo que mi cuadro no tenía.
Y tonos verdes y azules, cayeron de otras telas,
Otros cromas, otros pintores,
Tomaron mi mano, y la desplazaron con suavidad,
Y con esa suavidad verde agua, parcharon en lienzo.
Me aleje y vi que ese color agua salada,
Todo color anulo.
El gris era la base,
El gris era todo lo que había.
Todo en busca de ese rojo,
Que mis cuadros no tenían,
Por que no debían tenerlo,
Era un color que no estaba en mi paleta.
Y no tenía que estar.
Muchas cosas tenían que cambiar.
El lienzo es el mismo,
Pero cuando me alejo a mirarlo ya no dice lo mismo,
Aunque aún tiene una zona,
Pequeña, silenciosa, que aun tiene ese color agua salada,
Ese color que pide ese rojo,
Ese rojo que no tengo.
